Trabajo 2: Gamificación




La mansión del 
Sr. Oscuro




  El Sr. Oscuro y su corte están enfadados. Vosotros, sus goblins, sus fieles sirvientes no habéis cumplido con ninguna de las tareas que el Sr. Supremo del Mal os ha encomendado. 

Puede que os hayáis quedado durmiendo, que os apeteciera ver una peli hasta tarde... No importa. Vuestro amo y sus huestes no pueden enterarse de vuestra pereza. 

Ahora os han reunido a todos para que rindáis cuentas en un juicio. ¿Cuál será vuestra excusa?


INSTRUCCIONES PARA LA SUPERVIVENCIA: 

1.- Comienza el juicio. Hay dos grandes grupos: esclavos y señores, colocados en esquinas opuestas.

2.- Los señores comienzan enunciando el motivo de su enojo
              Por ejemplo: "¿Por qué no habéis raptado a la princesa?"
                                "¿Por qué mi pijama de murciélagos sigue sucio?"

3.- Uno por uno, los goblins comenzarán a presentar sus justificaciones. Para ello, tendrán que hacer uso de las cartas de excusa, que les ayudarán a la hora de salir del paso:        



















Pero, además, los goblins sois bastante rastreros. Con estas cartas podréis "pasar el marrón" a vuestros compañeros:


4.- No obstante, el Sr. Oscuro y su corte tiene la potestad de interrumpir vuestro relato si no les parece creíble. Así pues, tres son las miradas fulminantes que lanzará antes de que caigáis convertido en polvo. 


No debéis pasar por alto algunas fórmulas que os ayudarán a convencer a vuestros Señores o a pillar las mentiras de vuestros esclavos. Así pues, aquí tenéis el Manual para Señores y goblins con algunos consejos:


Asimismo, no olvidéis que la vida y la muerte da muchas vueltas. ¿Quién sabe si quienes hoy son goblins mañana serán amos del Mal? Por tanto, Señores, justificad bien vuestras miradas fulminantes y juicios; siempre que no queráis que sean igual de duros o arbitrarios con vosotros...



¡Suerte, pequeños seres inmundos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido a 2030 (léase con voz robótica)

Era un día oscuro y lluvioso de febrero y los relojes daban las doce. Izzie Star, con sus nuevas gafas ajustadas a su cabeza, en su esfuer...