miércoles, 25 de abril de 2018

Práctica 7: Narrativa sobre la Competencia en Comunicación Lingüística

¡Hola a todos! Hoy os traigo la observación
de una tarea en el aula centrada en 
la Competencia de Comunicación Lingüística.

Durante mis prácticas, he podido observar un proyecto centrado en el bloque de Hablar y Escuchar planteado para desarrollar la competencia en comunicación lingüística. Este proyecto consistía en la preparación de una liga de debates entre los distintos cursos. Durante el trimestre, el alumnado debía estudiar el género del debate y por qué elementos se compone. Después, los profesores realizarían grupos dentro de las distintas clases, de manera heterogénea, y se les asignaría un tema. Una vez realizado esto, cada grupo debería preparar su tema y buscar distintos argumentos, de manera que por cada tema hubiera dos grupos: uno a favor y otro en contra. Finalmente, se proclamaría un grupo ganador por cada tema y se le otorgaría un diploma. Si han trabajado correctamente durante el trimestre, todos tendrían buena nota, pero la nota sería superior en aquellos que ganaran el concurso.


La preparación de esta actividad con los alumnos se realizó durante el horario de lengua y literatura, pero para los profesores había mucho trabajado extra de departamento. Los objetivos de la actividad consistían en conocer y aplicar estrategias para hablar en público en un contexto formal: planificación del discurso y dominio del lenguaje verbal y no verbal; extraer informaciones concretas y captar las ideas esenciales e intenciones de un texto escrito adecuado a su edad y a su nivel; elaborar un resumen de una narración oral que refleje de manera ordenada y coherente las partes principales del argumento y las relaciones y conflictos entre personajes; y participar en todas las etapas de elaboración de un debate público: búsqueda y selección de información, coordinación con los demás miembros del equipo, redacción de argumentos, exposición oral en público y participación en el debate.
La manera de trabajar en el aula dependía del profesor. El único criterio unificador fue la creación de dos grupos por tema. En mi clase, el profesor trabajaba por grupos; tras una explicación teórica durante dos sesiones de las partes constituyentes del debate, creo grupos de trabajo para escribir discursos con argumentos a favor o en contra de varios temas que proponía en el aula. Una vez practicado y entendido eso, se centraron en el tema asignado para la liga de debates: la maternidad subrogada. En otras aulas había otros temas como el aborto, la tauromaquia, mandar deberes o no mandar… Siempre temas que puedan suscitar debate.
La principal dificultad que el alumnado encontraba era la creación de un texto coherente y el miedo a hablar en público. Muchos de los alumnos involucrados no sabían cómo componer un texto adecuado y cómo justificar maduramente sus opiniones. En más de una ocasión había disputas entre los compañeros en el aula. El problema que deriva de esta actividad fue la actitud de los profesores. A pesar de que la intención era buena y de que los alumnos encontraron en este proyecto una verdadera motivación, el resultado fue mucho trabajo extra para el profesorado y desmotivación. Debido a esto, los profesores no ayudaron al alumnado a resolver sus dificultades, sino que optaron por seleccionar solamente a los alumnos más aventajados para la tarea. Esto conlleva que lo que en un principio debían ser grupos heterogéneos de trabajo, se convirtieran en grupos homogéneos con segregación del alumnado en buenos o malos. Otro de los problemas de la actividad fue que, durante las votaciones tras la liga de debates, el jurado (formado por profesores de todos los departamentos) se dejaron llevar por su propia opinión a favor o en contra del tema en cuestión en vez de evaluar objetivamente la calidad de los argumentos. Además, debido a la carga de trabajo para el profesorado, algunos profesores decidieron retirarse del proyecto y dar otras cosas, por lo que algunos grupos no participaron.

Solamente los alumnos más aventajados o más interesados alcanzaron los objetivos previstos, el resto se mantuvieron igual. Sin embargo, de manera generalizada hubo un aumento de las calificaciones trimestrales, por lo que la sensación de satisfacción de los docentes fue alta. Los alumnos que no participaron en el debate debido a dicha segregación, fueron encargados de apoyar a sus compañeros en el aula en la creación de los discursos, pero, en mi opinión, el aumento de nota de estos alumnos no fue más que una ilusión óptica, ya que realmente no tuvieron la oportunidad de mostrar sus capacidades.

Publicado por: Noelia Lillo

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