martes, 24 de abril de 2018

Práctica 5: Reseña Caperucita En Manhattan

¡Hola compañer@s! Os dejo en esta entrada mi reseña sobre Caperucita roja en Manhattan, un libro increíble para trabajar la tematología en el aula =) 

Martín Gaite, Carmen (1990): Caperucita en Manhattan. Madrid: Siruela.

«La ciudad de Nueva York siempre aparece muy confusa en los atlas geográficos y al llegar se forma uno un poco de lío. Está compuesta por diversos distritos, señalados en el mapa callejero con colores diferentes, pero el más conocido de todos es Manhattan, el que impone su ley a todos los demás y los empequeñece y los deslumbra» (Martín, 1990: 13). Así es como empieza uno de los libros más conocidos dentro del panorama literario juvenil español, Caperucita en Manhattan de Carmen Martín Gaite, ganadora del Premio Nacional de Literatura en 1978 por El cuarto de atrás, el premio Príncipe de Asturias en 1988, el Premio Nacional de las Letras en 1994, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997 y la Pluma de Plata del Círculo de la Escritura en 1999, entre otros. Carmen Martín Gaite nació en Salamanca el ocho de diciembre de 1925; se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca y, al principio de su carrera, trabajó como actriz en varias obras de teatro. Más tarde, al conocer a Ignacio Aldecoa, se introdujo en el mundo literario de la Generación del 55, también conocida como Generación de la Posguerra. De esta manera, en 1955 publicó su primera obra, El balneario, que fue galardonada con el Premio Café Gijón, al que le siguió el Premio Nadal por Entre visillos. Después de escribir varias obras de teatro como A palo seco o La hermana pequeña, se decantó por la narrativa con Las ataduras, Ritmo lento, Retahílas, El cuarto de atrás, El pastel del diablo, etc. aunque también escribió poesía, A rachas, y ensayo Desde la ventana: enfoque femenino de la literatura española. Cabe destacar que en 1972, se doctoró en la Universidad de Madrid con su conocida tesis Usos amorosos del XVIII en España. Asimismo, resulta interesante señalar que paralelamente a su labor literaria, Carmen Martín Gaite colaboró como periodista y crítica literaria en varios diarios y revistas como El País, ABC, Revista de Occidente, etc. Finalmente falleció el veintitrés de julio de 2000.

            A grandes rasgos, Caperucita en Manhattan narra la vida y aventura de Sara Allen, una niña del barrio de Brooklyn que representa el alter ego de Caperucita Roja, pues al igual que ella va con un vestido y chubasquero rojo y le lleva una cesta a su abuelita. A lo largo de la narración, se nos muestra que el mayor deseo de esta nueva caperucita es ir a la isla de Manhattan y explorar sus calles. De esta manera, el sino la lleva, por primera vez, a ir sola a casa de su abuelita, puesto que sus padres se van a un funeral; por el camino conoce a una mujer, Miss Lunatic, que, además de fomentar su deseo de libertad, la llevará indirectamente a conocer a Mister Woolf, alter ego del lobo feroz: un gran empresario multimillonario que desea hacerse con la receta de la tarta de fresa más exquisita que ha probado nunca, pues esta se le resiste y le crea frustración y tristeza. Por ello, engaña a Sara Allen para que vaya en su limusina a dar un paseo por la ciudad, mientras él aprovecha para ir a casa se su abuelita a “coger” la receta de la tarta que la niña le ha dado a probar. La sorpresa llega cuando se descubre que Mister Woolf, años atrás, había estado profundamente enamorado de su abuelita.

            Caperucita en Manhattan se compone por dos partes: Sueños de libertad, que contiene cinco capítulos, y La aventura, que posee ocho capítulos. Ambas partes se complementan entre sí y nos muestran con precisión el tema principal de la novela; el anhelo o ansía de libertad por parte de la protagonista:

Y además ella, Sara, tenía que quedarse a solas para conocer la atracción del impulso, la alegría de la decisión y el temor del acontecer. Venciendo el miedo que le quedara, conquistaría la Libertad (Gaite, 1990: 158).

Esta libertad, que durante toda la primera parte no posee la protagonista, ya que sus padres la reprimen, aparece reencarnada a través de la figura de Miss Lunatic que, desde su aparición, le ofrece continuamente consejos sobre cómo vivir la vida:

Y no olvides una cosa –le dijo miss Lunatic–. No hay que mirar nunca para atrás. En todo puede surgir una aventura. Pero ante las ansias de la nueva aventura, hay como un miedo por abandonar la anterior. Plántale cara a ese miedo (Gaite, 1990: 158-159).

Otro rasgo característico de esta novela son los valores que esta infunde en el público juvenil, como la superación  al sentido del ridículo:

De repente se le pasó por la memoria, como en un relámpago furtivo, aquel miedo a llamar la atención que sentía a veces cuando volvían de Morningside en el metro de visitar a la abuela y madre se ponía a lloriquear. Le pareció una escena absurda, lejanísima, algo irreal (Gaite, 1990: 141).

Asimismo, es importante el continuo juego que hace con la tematología, concretamente, con intertextualidad literaria, pues el relato de Carmen Martín Gaite es una reescritura feminista y actual del cuento tradicional de Caperucita Roja. De hecho, la propia autora lo plasma continuamente en su escrito:

Miss Lunatic se detuvo a mirarla y en seguida comprendió por qué le había emocionado tanto aquella inesperada visión. Le recordaba muchísimo a la Caperucita Roja dibujada en una edición de cuentos de Perrault que ella le había regalado a su hijo (Gaite, 1990: 120).

En cuanto a la estructura del argumento se puede decir que se corresponde con la propia del género narrativo, es decir, hay una introducción, que presenta al personaje principal y su contexto; un nudo, que desarrolla la acción mediante dos puntos de inflexión: el personaje de Miss Lunatic y el personaje de Mr. Woolf; y un desenlace, que en cierto modo concluye la historia, pues la protagonista logra encontrar la libertad que tanto ansía.

          Es importante señalar que Gaite, además de reinventar el final del cuento, moderniza la historia y a los personajes para que el trasfondo llegue mejor al lector. De esta manera, sitúa la acción en una gran ciudad, Manhattan, y toma como protagonista a una niña de hoy en día, a una excantante reconocida y a un multimillonario.

            En cuanto al lenguaje, cabe decir que el estilo de Carmen Gaite es sencillo y bastante directo, es decir, es asequible a un lector juvenil y adulto. También es importante destacar los aspectos morales y sociales que se tratan en la historia, como los arquetipos; en esta ocasión critica, especialmente, las apariencias mediante Miss Lunatic y el deseo por el dinero y lo material.

            Por lo que refiere al discurso, se puede decir que este está ordenado de manera precisa; hay un planteamiento, un nudo y un desenlace. Cabe destacar que este no es lineal, sino discontinuo porque da saltos en el tiempo; la protagonista crece a medida que pasa el tiempo. El discurso está constituido, por una parte, por el narrador en tercera persona; hecho que da una perspectiva distante. Y, por otra parte, se encuentran diálogos que facilitan la lectura y la vuelven más amena.

            Respecto a los recursos que utiliza la autora en la obra, cabe destacar el uso de los paratextos, como los títulos, pues resumen a la perfección el contenido del capítulo. Otro recurso importante es el empleo de las ilustraciones que también hacen la lectura más asequible y divertida.  Asimismo, se debe volver a destacar el factor sorpresa que provoca en el lector el final de la historia, pues rompe con el cuento tradicional y deja un final bastante abierto y sujeto a diferentes interpretaciones. Del mismo modo, se debe resaltar de nuevo la actualización que hace Gaite del relato a nuestro tiempo; caperucita y el lobo son personajes que podemos encontrar en nuestra realidad.
            Todos los aspectos anteriormente citados nos llevan a pensar que Caperucita en Manhattan sería una lectura apropiada para cuarto de la E.S.O., puesto que los alumnos ya pueden reconocer recursos como la intertextualidad y pueden reflexionar o valorar los aspectos moralizantes que Carmen Martín Gaite promulga.

            Para finalizar podemos decir que Caperucita en Manhattan nos parece una lectura muy apropiada para trabajarla en clase, puesto que además de fomentar valores como la perdida de miedo realiza una reescritura feminista del cuento tradicional, ya que se corresponde con una mujer que lucha constantemente por alcanzar su libertad hasta, finalmente, alcanzarla. Asimismo, la consideramos una lectura que permite sumergir al alumnado en un mundo literario hasta ahora desconocido para ellos, enseñándoles vías de análisis alternativas como la literatura comparada, con el cuento tradicional, la intertextualidad o la tematología. 


https://www.entrelectores.com/libro/caperucita-en-manhattan/resena/65539

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