¡Hola a todos! Hoy os traigo la observación
de una tarea en el aula centrada en
la Competencia de Comunicación Lingüística.
Durante mis prácticas, he podido
observar un proyecto centrado en el bloque de Hablar y Escuchar planteado para
desarrollar la competencia en comunicación lingüística. Este proyecto consistía
en la preparación de una liga de debates entre los distintos cursos. Durante el
trimestre, el alumnado debía estudiar el género del debate y por qué elementos
se compone. Después, los profesores realizarían grupos dentro de las distintas
clases, de manera heterogénea, y se les asignaría un tema. Una vez realizado
esto, cada grupo debería preparar su tema y buscar distintos argumentos, de
manera que por cada tema hubiera dos grupos: uno a favor y otro en contra.
Finalmente, se proclamaría un grupo ganador por cada tema y se le otorgaría un
diploma. Si han trabajado correctamente durante el trimestre, todos tendrían
buena nota, pero la nota sería superior en aquellos que ganaran el concurso.
La preparación de esta actividad con
los alumnos se realizó durante el horario de lengua y literatura, pero para los
profesores había mucho trabajado extra de departamento. Los objetivos de la
actividad consistían en conocer y aplicar estrategias para hablar en público en
un contexto formal: planificación del discurso y dominio del lenguaje verbal y
no verbal; extraer informaciones concretas y captar las ideas esenciales e
intenciones de un texto escrito adecuado a su edad y a su nivel; elaborar un
resumen de una narración oral que refleje de manera ordenada y coherente las
partes principales del argumento y las relaciones y conflictos entre
personajes; y participar en todas las etapas de elaboración de un debate
público: búsqueda y selección de información, coordinación con los demás
miembros del equipo, redacción de argumentos, exposición oral en público y
participación en el debate.
La manera de trabajar en el aula
dependía del profesor. El único criterio unificador fue la creación de dos
grupos por tema. En mi clase, el profesor trabajaba por grupos; tras una
explicación teórica durante dos sesiones de las partes constituyentes del debate,
creo grupos de trabajo para escribir discursos con argumentos a favor o en
contra de varios temas que proponía en el aula. Una vez practicado y entendido
eso, se centraron en el tema asignado para la liga de debates: la maternidad
subrogada. En otras aulas había otros temas como el aborto, la tauromaquia,
mandar deberes o no mandar… Siempre temas que puedan suscitar debate.
La principal dificultad que el
alumnado encontraba era la creación de un texto coherente y el miedo a hablar
en público. Muchos de los alumnos involucrados no sabían cómo componer un texto
adecuado y cómo justificar maduramente sus opiniones. En más de una ocasión
había disputas entre los compañeros en el aula. El problema que deriva de esta
actividad fue la actitud de los profesores. A pesar de que la intención era
buena y de que los alumnos encontraron en este proyecto una verdadera
motivación, el resultado fue mucho trabajo extra para el profesorado y desmotivación.
Debido a esto, los profesores no ayudaron al alumnado a resolver sus
dificultades, sino que optaron por seleccionar solamente a los alumnos más
aventajados para la tarea. Esto conlleva que lo que en un principio debían ser
grupos heterogéneos de trabajo, se convirtieran en grupos homogéneos con
segregación del alumnado en buenos o malos.
Otro de los problemas de la actividad fue que, durante las votaciones tras la
liga de debates, el jurado (formado por profesores de todos los departamentos)
se dejaron llevar por su propia opinión a favor o en contra del tema en
cuestión en vez de evaluar objetivamente la calidad de los argumentos. Además,
debido a la carga de trabajo para el profesorado, algunos profesores decidieron
retirarse del proyecto y dar otras cosas, por lo que algunos grupos no
participaron.
Solamente los alumnos más
aventajados o más interesados alcanzaron los objetivos previstos, el resto se
mantuvieron igual. Sin embargo, de manera generalizada hubo un aumento de las
calificaciones trimestrales, por lo que la sensación de satisfacción de los
docentes fue alta. Los alumnos que no participaron en el debate debido a dicha
segregación, fueron encargados de apoyar a sus compañeros en el aula en la
creación de los discursos, pero, en mi opinión, el aumento de nota de estos
alumnos no fue más que una ilusión óptica, ya que realmente no tuvieron la
oportunidad de mostrar sus capacidades.
Publicado por: Noelia Lillo